No se si será por estar recién levantada, que me apetece repetir nuestro ritual de agosto. Un café de Guatemala - guardaba la ultima cafetera para una ocasión especial, creo que esta la merece - un cigarro y palabras, muchas palabras tintadas de sentimientos, que se agolpan en la garganta haciendo daño, buscándose a sí mismas para dejarse escribir. Ahí estamos como entonces, tu y yo, pero a millones de kilómetros de distancia. Participando de nuestro particular ritual Maya.
Miles de recuerdos, cambios, estados, pensamientos caben en un año, pero como entonces, todo se quedarán entre mi cuaderno y tu.
Gracias por dejarme ver tus hadas.
2 comentarios:
El 5 de Agosto de este año, viaje de noche a las lagunas de ruidera.. y el dia 6, al despertar, desde mi ventana se veia una de las lagunas.
Ya sabes los recuerdos que me trajo esa imagen.
Me pare un segundo, cerre los ojos y, por un pequeño momento, me pareció estar saboreando ese café del que hablas. Iba a escribirlo y a contarlo, pero era tal la emoción que no pudieron salir palabras... hoy, al leer esta entrada, brotan las palabras, los recuerdos y las sonrisas.
Todavia me queda café y, me gustaria compartir uno contigo, hermana.
Besos.
Encantada de compartir ese café con vos, no se me ocurre un plan más sugerente
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