miércoles, 18 de abril de 2012

Placebos psicológicos y otros cuentos


No hace mucho, asistí a una conversación en la que la hermana de una amiga estaba contando a un grupo de gente que había comprado un jardín Zen….Tal jardín, resultó ser una cajita con arena que producía un milagroso efecto relajante al ser peinada con un rastrillito….

Cuando estaba explicando en que consistía su adquisición, mi imaginación me llevó a la caja de cacas del gato de mi ex, cuyas defecaciones recogían también con un pequeño rastrillo y tiraban al cubo de la basura…..
Me atrevería a afirmar, que la llama de la relajación no invadía a mi ex cuando se dedicaba a esa labor. Es posible que las cacas en la arenita resten eficacia, aunque seguramente los 20 euros que le había costado el sucedaneo de sabiduría Zen, debían ser una gran motivación para dejarse llevar a cualquier estado que hubiese venido impreso en letras grandes en la caja de su gran adquisición.

…¡¡¡Que gran placebo el consumismo!!!...

2 comentarios:

El Ogro dijo...

La cuestión es...porque cada vez hay más productos en el mercado para relajarnos...

?¿

Saludos a ti a Nana al puente y a las piedras que susurran secretos...

Anónimo dijo...

Lauri, que bueno este comentario. Sabes, yo regalé un jardín de esos (por petición), y me pareció una soberana tontería. Creo que de oriente, de otras culturas en general, tenemos mucho que atender, pero este rollo zen comercial y demás engañabobos, no es la mejor manera.Vamos lo mismo que irse a comer a un chino. Un beso, me he reido un montón con tu artículo.