domingo, 23 de marzo de 2014

Meditación activa

ilustración de "El Principito"
Dicen los que saben de meditación, que ésto que yo hago cuando escribo, es meditar.

Funciona así:

Cojo el hilo de un pensamiento y con él bien asido me pongo a escribir. 
En un comienzo salen cosas someras, razonamientos. Si los dejo fluir, ellos me van abriendo una escalera por la que bajo peldaño a peldaño.
Bajando poco a poco, llego al mundo donde habitan las sensaciones y allí, mientras todas juegan a sus anchas sin ningún tipo de juicio racional, busco las que están prendidas a ese hilo que traía de la superficie.
Me acerco a reconocerlas, observo como se relacionan con las demás y para ellas invento una historia en la que se vean reflejadas....noto que les gustan mis cuentos, siempre se paran a escucharlos y a veces hasta las más revoltosas acaban durmiéndose.
Es así como aprendo a conocerlas mejor. Cuando vuelvo de nuevo a poner los pies en la tierra que mancha, todo está más en calma.

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