Se esta apagando la hoguera que llevo contemplando absorta y calentita durante semanas. Estos días he intentado mantenerla viva con las pequeñas ramitas que encontré en mi camino. Pero solo alguna llama parece sobrevivir entre las brasas, cuando soplo hacia ellas…. Observo el rescoldo sin saber muy bien que hacer con él….intentar mantenerlo vivo es antinatural. Igual que no se puede estar todo un mes llorando, es imposible vivir siempre en una nube.
Creo que ha llegado el momento de volver a casa y tomar una ducha calentita para no oler a humo entre las sabanas. Voy a guardar esta sensación en un lugar privilegiado de mi corazón, el recuerdo de esa hoguera espontánea que surgió de la nada para dar vida a mis pequeñas y frágiles alitas de hada.
Las brasas siempre estarán vivas - siempre lo han estado - pero hasta que el humo y la luz del fuego no avisan, no abres los ojos a lo que tienes enfrente…..mis alitas seguirán ahí acompañándome cuando mi imaginación me lleve al mas alto de los tres torreones de mi castillo. Pero hoy vuelvo a casa, el cuerpo me lo pide y llevaré las llamas en mi corazón en un sobre lacrado…. será personal, muy personal.
..... y las alas pegadas al cuerpo, debajo de alguna de mis camisetas favoritas de colores chillones, para que estén alegres (aunque escondidas) y se dejen mimar siempre que el viento lo pida.
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