Mis vecinas octogenarias cuidan la vida que está al alcance de su mano. No es el Jardín Vertical del Caixa Forum, es mejor. Su mantenimiento y su proyección no es una obra millonaria de arquitectos lumbreras, este muro es una humilde obra de ingeniería de la naturaleza, guiada por manos sabias que la cuidan, la mantienen y la gestionan sin ayuda, sin subvención, sin agradecimientos....solo por el mero placer de dar vida, belleza y color a su entorno.
Si todos fuésemos ciudadanos más parecidos a mis vecinas octogenarias, el mundo sería un sitio más placentero y amigable.
Me encanta mi calle y en gran medida es por ellas.
Me encanta la gente que habita el mundo sin grandes pretensiones y con mucho corazón.
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