Cada árbol ha sabido sacar el máximo partido del lugar donde cayó su semilla. No pudo elegir y sin embargo, saca lo mejor de su entorno y lo modifica aportando oxígeno y materia orgánica que mejorará las condiciones de vida futuras.
De mayor quiero ser árbol y esto me lleva a este poema de Joaquín Araujo
Elijo elegir
y elijo la condición del árbol,
porque come luz.
¡Que delicia desayunar transparencia,
almorzar lucidez
cenar ocasos anaranjados!
y con ellos construir verdor
y la sombra
y la rara nube que es toda copa
donde se esconde el canto de los pájaros.
Ahora no puedo,
pero cuando lo deje,
seré lo que he elegido.
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